Para que la biblioteca forme parte del horizonte cotidiano de las prácticas lectoras de una escuela, los primeros a ser considerados son los mismos docentes, junto con el equipo de conducción, ya que todos ellos, desde la especificidad de los lugares que ocupan, son los mediadores en la relación entre los alumnos y la biblioteca. Aunque parezca obvio decirlo, nadie puede ser mediador de aquello que no le es familiar.
Una experiencia de capacitación sobre bibliotecas escolares realizada en una escuela primaria de la ciudad de Buenos Aires tuvo como propósito el intento de desarticulación de la sensación de extranjería que a veces los propios docentes sienten en relación con la frecuentación y uso de las bibliotecas de sus propias escuelas.
Se trató de una asistencia técnica que el equipo de conducción de esta escuela pidió al Área de Capacitación de Bibliotecas Escolares debido a la preocupación de la dirección por el uso dispar de la biblioteca por parte de los maestros de esa institución.
Los participantes fueron invitados por los capacitadores y por la bibliotecaria a buscar en los estantes de la biblioteca algunos textos que les recordaran situaciones de lectura personales o de su profesión docente que les parecieran interesantes para compartir con sus colegas.
Para algunos maestros la relación anterior con la biblioteca no pasaba del acuerdo fugaz con la bibliotecaria para que esta se hiciera cargo de sus alumnos en la “Hora de Biblioteca”.

Tras el intercambio de narraciones autobiográficas sobre libros, muchos maestros comentaron que tenían pocas oportunidades para sentirse y ser pensados como lectores en el espacio de trabajo. Las historias narradas fueron para ellos una forma de intercambio personal y profesional que los ubicaba en un lugar distinto con respecto a sus colegas, a los que reconocían en facetas renovadas y valiosas. En esta experiencia es posible destacar la preocupación del equipo de dirección por encontrar un camino hacia la apropiación de la biblioteca por parte de los docentes de su escuela. La biblioteca puede ser una herramienta disponible para que los directivos como gestores pedagógicos de las escuelas colaboren con los maestros y profesores en generar puentes innovadores entre el aula y la biblioteca, a partir de iniciativas que lleven al equipo docente a sentir que la biblioteca es un espacio amigable y propicio para desarrollar su tarea profesional en la escuela.
También se buscó imaginar con los directivos situaciones concretas en donde su conocimiento de lo que hay en la biblioteca y sus modos de funcionamiento se les vuelve necesario para apoyar pedagógicamente a los maestros.
Al directivo -en alianza con el bibliotecario- le es sumamente útil poder asesorar a los maestros sabiendo de qué materiales dispone la biblioteca de su escuela, si la cantidad existente se adapta a las necesidades de lectura de los grupos de alumnos, si el espacio asignado a la biblioteca es adecuado o hay que buscar alternativas en el edificio de la escuela, si el sistema de préstamo ayuda a que el material circule y sea leído, si las tareas de organización tienen un tiempo equilibrado con las tareas pedagógicas y culturales de la biblioteca, etc.
Cecilia Bajour. La biblioteca escolar: un tema que involucra a todos en la escuela [on line]
<http://www.cerlalc.org/redplanes/Documentos/Biblioteca/Bajour_Cecilia.pdf> [acceso 06/10/09]
Interesante y feliz iniciativa, ya que también los maestros y directivos necesitan el momento de solaz que significa la lectura en el silencio y tranquilidad de la biblioteca.
ResponderEliminarEs una lástima que aquellos por falta de tiempo no lo puedan aprovechar más.
Saludos