martes, 15 de septiembre de 2009

La lectura de literatura como un viaje hacia sí mismo




La lectura es un proceso por el cual se relacionan una obra con un autor. La recepción del texto es una experiencia estética y por lo tanto social, porque se da en la cultura y según pautas, modelos de identificación y reglas sociales de funcionamiento, pero también es una experiencia íntima y personal, donde cada lector dialoga con el texto de manera única, donde el texto literario es como una red de conexiones, es escritura y es lectura. Es una superficie donde se tejen los lazos de sentido de dos subjetividades. Donde además del efecto buscado por el autor, el lector, con su actividad de lectura provoca el diálogo a partir del horizonte de sus experiencias, intereses, deseos, necesidades, conectados con su historia.
Cuando descubrimos en las lecturas una cosa de acuerdo con el propio gusto nos estamos descubriendo. Como dice Bourdieu, "tiene que ver con esa armonización que llega a producirse entre la expectativa y la realización. Cuando encontramos una lectura, un recorrido de lecturas, que nos interesa, nos apasiona, quizá tiene que ver con que descubrimos lo que queríamos decir y no sabíamos cómo..."
A través del relato se pone de manifiesto un aspecto del conocimiento de sí mismo. Esa mediación narrativa es la que llevaría al lector a una interpretación de sí.
La recepción del relato que hace el lector da lugar a que se despliegue una variedad de modos de identificación. Así, mediante la identificación de un personaje, uno mismo, como lector, se somete a todo un ejercicio de variaciones imaginativas, que se convierten en las propias variaciones del sí mismo.
Cada texto "espera y reclama una lectura", no está cerrado, para Ricoeur esa posibilidad de imbricación que existe entre el texto y su lectura da como resultado una interpretación, que conlleva una apropiación. En tanto la interpretación de un texto "desemboca en la interpretación de sí de un sujeto que, a partir de ese momento, se comprende mejor, de otra manera o, sencillamente, comienza a comprenderse."

Un ejemplo paradigmático puede ser La Odisea, donde Ulises como prototipo del hombre "viajaba hacia el centro, hacia Itaca, es decir, hacia sí mismo (...) Todos somos parecidos a él cuando nos buscamos, cuando deseamos llegar a la patria o al hogar, cuando tratamos de reencontrarnos con nosotros mismos."

Buenos Aires: Gobierno de la Cuidad: Libro de arena. La lectura como un viaje hacia sí mismo. [en línea]
<http://www.buenosaires.gov.ar/blog/librodearena/2008/12/05/literatura-y-biblioteca-hacia-el-lugar-donde-los-fragmentos-se-unen/> [acceso: 03/11/2009]

1 comentario:

  1. Verdad todo lo que expones, en estos momentos me siento como Ulises, con mucho incorporado, pero siempre comprobando que soy la misma despues de 20 años de ausencia en el país.
    Volviendo a la literatura, fue mi gran compañera y ayuda en el exilio y también lo es al reicorporarme a mi país que como yo es el mismo pero muy diferente por cuestiones de actualidad, desarrollo y cambios.
    También en lo leído se producen cambios, un mismo libro leído 3 veces en 3 épocas diferentes se recrea en interpretación de su contenido, para bien o para mal, como nosotros mismos y desde nosotros mismos ya sea por nuestro cambio o por que comprendemos mejor el fondo del mismo.
    Tus escritos motivan, mueven al pensamiento. Gracias

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