martes, 13 de octubre de 2009

Bebeteca y Biblioteca Infanto Juvenil


El proyecto Bebeteca surge en el seno del Jardín de Infantes “Su Mutual” en el año 2002, cuando se comienzan a comprar cuentos para leerles a los niños en las salitas, experimentándose el goce y encanto que los mismos producen en ellos, más tarde se aborda el estudio de la posibilidad de crear una biblioteca en el lugar, sabiendo que se posee un espacio especial que podría utilizarse para tal fin.
La bebeteca es un servicio de atención especial para la pequeña infancia, que incluye además
un fondo de libros escogidos para satisfacer las necesidades de los más pequeños y de sus padres, el préstamo de estos libros, charlas sobre cuentos y su uso, asesoramiento y una atención constante por parte del profesional bibliotecario hacia los usuarios. Es fundamental,como dice M. Escardó que la bebeteca sea, “Un espacio de paz donde encontrar vínculos de afecto a través de los cuentos y en el que la lectura sea mirar, escuchar, compartir…”

En la bebeteca el orden es lo de menos, y lo primordial es la exploración y el contacto libre con el libro.


Andrea Alegre. Bebeteca y Biblioteca Infanto Juvenil de Sociedad Argentina de Socorros Mutuos de Coronda [on line]
<http://weblog.educ.ar/aguapey/archives/bebe.pdf> [acceso 13/10/09]

lunes, 12 de octubre de 2009

Leyendo en tu rostro. Como montar tu bebeteca en casa


Hacer que a tus hijos le guste la lectura desde bien pequeños está en tus manos. Tu rostro será su primer libro; tu tarea, montar una bebeteca en casa para iniciarle en el mundo de los libros. Te damos unos consejos:
Una bebeteca es una biblioteca para los más pequeños, para niños de 0 a 6 años, un espacio agradable y tranquilo para los niños y sus padres. En este espacio el libro ha de ser un juguete, un objeto que forme parte del constante juego que es para el bebe aprender.
  • Un hecho de trascendental importancia a la hora de introducir a nuestro bebe en el mundo de la lectura es la cara de la madre. No es simplemente una boca, una nariz y dos ojos sino un libro que permanentemente envía informaciones que el bebé maneja a cada instante. El principal punto de partida es nuestra participación activa como padres.
  • Es importante hacer de la bebeteca un espacio interactivo y afectivo, donde los vínculos de cariño y apego se entrelacen a través de los cuentos, que sea la lectura la que ayude y estimule el desarrollo de habilidades y actitudes personales gracias a la imaginación.
  • Un espacio agradable con una manta, muñecos, cubos de colores, libros de tela, etc, acompañado de música suave.
  • Los libros y materiales que seleccionemos tendrán que adecuarse a la madurez del niño. Hay que tener en cuenta que hasta los dos años el niño aprende a través de los sentidos, por ello habrá que esmerarse en crear un ambiente acogedor.
  • También son interesantes recursos multimedia como Cd o DVd de audio y vídeo con rimas, canciones, imágenes.
  • ampoco hemos de olvidar el recurso de los bits de inteligencia; bits que consisten serie de fotografías y/o dibujos que reproducen animales, personas, objetos, cuadros, etc. Mostrar una a una las fotografías a los niños al tiempo que repetimos varias veces el nombre de lo que se reproduce en ellas (Se trata de ir creando un primer y básico vocabulario)

A partir de los dos años y hasta los 4 el niño va teniendo un vocabulario cada vez más amplio: necesitan que los acerquemos a libros que les muestren el mundo que les rodea y despierta su curiosidad y fantasía creciente. De los 4 años en adelante sus ganas de saber se van extendiendo a temas cada vez más alejados de su entorno habitual. En este momento llama la atención historias con las que se identifican con un protagonista, una historia fácil de seguir y final feliz.

Mantener nuestra bebeteca requerirá constancia y dedicación pero será muy gratificante si logramos que nuestros hijos tengan gusto y afición a la lectura.


Aneluli. Leyendo en tu rostro. Como montar te bebeteca en casa. [on line] http://globedia.com/leyendo-rostro-montar-bebeteca-casa [acceso 28/11/09]

sábado, 10 de octubre de 2009

Podemos formar niños lectores


La escritora colombiana Yolanda Reyes pretende formar lectores incluso antes de que sepan leer con la colección "Nidos para la Lectura",la iniciativa surgió cuando empezó a trabajar con niños y quiso averiguar cuándo se comienza a leer.

"'Nidos para la lectura' nació antes de que supiéramos que estaba naciendo, porque empecé a trabajar con niños muy pequeños y quise saber desde cuándo leemos; me fui volviendo y volviendo en la pregunta y llegué a los bebés"
Para esta escritora la literatura infantil "es un triángulo amoroso entre un niño, un libro y un lector que es el vértice que enseña el valor simbólico de la lectura".
"Tengo (la escuela) Espantapájaros, donde empezamos a trabajar con lectura y primera infancia mirando cómo los niños se acercaban a los libros desde pequeños y yo sentía que ahí se construía un nido de afecto que marcaba las historias de los lectores"
La colección "no es una para expertos en lectura", sino para "toda la gente que ve en los libros para niños todo un universo", e incluso para aquellos adultos que atesoran libros para niños porque ven en ellos "obras de arte fascinantes".
Lo más importante es formar nuevos lectores y consider esa labor como "una entrega generosa, porque existe ese uno por uno, ese voz a voz, esa construcción íntima, esas conversaciones de vida que se van tejiendo entre un libro, un niño y un adulto al lado, que duran para toda la vida".


Infancia hoy. Podemos formar niños lectores.[on line] http://www.infanciahoy.com/despachos.asp?cod_des=2893&ID_Seccion=169 [acceso 29/11/09]

"Para armar la bebeteca"



Cuando pensamos en libros para los más chicos, desde bebés hasta los tres años, juego y lectura se cruzan como un alimento necesario de palabras, gestos, sonidos y movimientos para los primeros aprendizajes. Valga esta lista orientativa —no exhaustiva— para los primeros pasos de padres lectores y las primeras "lecturas" de quienes están aprendiendo a sostener los libros con sus propias manos.
Cuando hablamos de los libros para los más chicos nos referimos a aquellos libros para niños hasta los cinco años de edad, aproximadamente, y desde los que tienen apenas meses y ya pueden "jugar" con el libro (tocarlo, observar las imágenes), como un juguete que irá cambiando su sentido, paulatinamente, con el aprendizaje de la lectura. También podemos considerar la inclusión de textos breves para leerles, ya sean cuentos, poemas o adivinanzas.


Una guía para observar:


* La cubierta del libro: ¿dura o rústica?, ¿la ilustración de la cubierta es única o se repite en el interior del libro?, ¿se presenta para llamar la atención del lector o anticipa su contenido?
* Tipo de letra: tamaño, forma.
* Páginas: encuadernadas, sueltas, anilladas.
* Ilustraciones: material empleado, técnicas, procedimientos (dibujo, pintura, collage).


Será importante analizar cómo están representados los personajes en las ilustraciones (figura humana, animales, objetos); el estilo (ilustración primitiva, impresionista, cubista, realista, surrealista, hiperrealista, caricaturas); la ambientación (nacional o extranjera); aspectos de la comunicación (colores vivos, suaves, sombríos; una ilustración más informativa o imaginativa); el equilibrio entre la ilustración y el texto; si la ilustración dice cosas que no fueron dichas en el texto.
La ilustración muestra y embellece, o adorna el texto. "El color y las técnicas de reproducción de la ilustración constituyen argumentos de mercado, que permiten al material impreso competir con los productos de la comunicación audiovisual, principalmente en algunas franjas, como los productos destinados al público infantil. Pero, por otra parte, es allí donde subsiste lo artesanal y, por lo tanto, el valor estético, que la cultura impresa sigue detentando frente a la masividad de la cultura audiovisual."



Elisa Boland. "Para armar la bebeteca". [on line] http://www.imaginaria.com.ar/01/8/bebeteca.htm [acceso 26/11/09]

martes, 6 de octubre de 2009

Para la mejora de la competencia en comunicacion lingüistica


Hace mucho tiempo que desde la Lingüística y la Didáctica de la Lengua se está trabajando en la definición y la mejora de la competencia en comunicación lingüística. El estado de la cuestión en relación con la contribución que la escuela puede realizar al desarrollo de la competencia en comunicación lingüística podría ser el siguiente:

1-Factor tiempo: el desarrollo de la competencia en comunicación lingüística es lento y progresivo; en la escuela es necesario aumentar el número de oportunidades de aprendizaje en las cuales se preste atención explícita a la competencia comunicativa de los estudiantes (lo cual no significa ampliar el horario, sino hacer a todas las materias corresponsables del desarrollo de esta competencia de manera efectiva);

2-Factor integración: la integración de la enseñanza de la lengua y de los contenidos curriculares en la escuela es positiva no sólo porque se aumenta el tiempo de atención a la competencia comunicativa de los estudiantes, sino porque aumenta la motivación y mejoran las actitudes hacia la lengua y hacia las materias escolares.

3-Factor comunicación: sólo el esfuerzo cognitivo de entender y de querer ser entendido así como la voluntad social de entrar en contacto con otra persona y participar en una comunidad discursiva determinada garantiza la apropiación de la lengua y el desarrollo de la competencia comunicativa; no es cuestión de "rellenar huecos", es cuestión de querer comunicar y querer participar.

4-Factor interacción-cooperación: la competencia comunicativa no sólo nos permite establecer una conexión lingüística con otros; es también un mecanismo de integración, una herramienta de construcción social, la más potente fuerza disponible para la vinculación intersubjetiva. Generar corrientes de interacción y cooperación en el aula no sólo nos hace mejores hablantes, también nos convierte en mejores personas.


Si se cuidan estos factores es muy probable que estemos contribuyendo de manera efectiva al desarrollo de la competencia comunicativa de nuestros estudiantes. Y no hay una única forma de hacerlo, sino muchas: centros bilingües y entornos AICLE, uso del e-learning, aprendizaje cooperativo, redes de centros y proyectos internacionales, bibliotecas escolares, trabajo con la familia, etc.


Para la mejora de la competencia en comunicacion lingüística. [on line] <http://deestranjis.blogspot.com/> [acceso 10/06/09]

Sentir la biblioteca como propia: la familiarización del colectivo docente de una escuela


Para que la biblioteca forme parte del horizonte cotidiano de las prácticas lectoras de una escuela, los primeros a ser considerados son los mismos docentes, junto con el equipo de conducción, ya que todos ellos, desde la especificidad de los lugares que ocupan, son los mediadores en la relación entre los alumnos y la biblioteca. Aunque parezca obvio decirlo, nadie puede ser mediador de aquello que no le es familiar.
Una experiencia de capacitación sobre bibliotecas escolares realizada en una escuela primaria de la ciudad de Buenos Aires tuvo como propósito el intento de desarticulación de la sensación de extranjería que a veces los propios docentes sienten en relación con la frecuentación y uso de las bibliotecas de sus propias escuelas.
Se trató de una asistencia técnica que el equipo de conducción de esta escuela pidió al Área de Capacitación de Bibliotecas Escolares debido a la preocupación de la dirección por el uso dispar de la biblioteca por parte de los maestros de esa institución.
Los participantes fueron invitados por los capacitadores y por la bibliotecaria a buscar en los estantes de la biblioteca algunos textos que les recordaran situaciones de lectura personales o de su profesión docente que les parecieran interesantes para compartir con sus colegas.
Para algunos maestros la relación anterior con la biblioteca no pasaba del acuerdo fugaz con la bibliotecaria para que esta se hiciera cargo de sus alumnos en la “Hora de Biblioteca”.



Tras el intercambio de narraciones autobiográficas sobre libros, muchos maestros comentaron que tenían pocas oportunidades para sentirse y ser pensados como lectores en el espacio de trabajo. Las historias narradas fueron para ellos una forma de intercambio personal y profesional que los ubicaba en un lugar distinto con respecto a sus colegas, a los que reconocían en facetas renovadas y valiosas. En esta experiencia es posible destacar la preocupación del equipo de dirección por encontrar un camino hacia la apropiación de la biblioteca por parte de los docentes de su escuela. La biblioteca puede ser una herramienta disponible para que los directivos como gestores pedagógicos de las escuelas colaboren con los maestros y profesores en generar puentes innovadores entre el aula y la biblioteca, a partir de iniciativas que lleven al equipo docente a sentir que la biblioteca es un espacio amigable y propicio para desarrollar su tarea profesional en la escuela.
También se buscó imaginar con los directivos situaciones concretas en donde su conocimiento de lo que hay en la biblioteca y sus modos de funcionamiento se les vuelve necesario para apoyar pedagógicamente a los maestros.
Al directivo -en alianza con el bibliotecario- le es sumamente útil poder asesorar a los maestros sabiendo de qué materiales dispone la biblioteca de su escuela, si la cantidad existente se adapta a las necesidades de lectura de los grupos de alumnos, si el espacio asignado a la biblioteca es adecuado o hay que buscar alternativas en el edificio de la escuela, si el sistema de préstamo ayuda a que el material circule y sea leído, si las tareas de organización tienen un tiempo equilibrado con las tareas pedagógicas y culturales de la biblioteca, etc.


Cecilia Bajour. La biblioteca escolar: un tema que involucra a todos en la escuela [on line]
<http://www.cerlalc.org/redplanes/Documentos/Biblioteca/Bajour_Cecilia.pdf> [acceso 06/10/09]




martes, 29 de septiembre de 2009

Algunos ejemplos de cuentos para destacar:


La colección Lucía y Nicolás, de Margarita Mainé y Nora Hilb (Planeta) que hace posible hablar de abuelos o de juguetes que no se quieren prestar. Tomasito de Graciela Cabal (Alfaguara), es el primer cuento de un tríptico que cuenta la historia de un bebé desde el nacimiento hasta que comienza a decir las primeras palabras.

Al igual que los de la serie Anita, de Graciela Montes (Gramón-Colihue). Estos libros rompen las convenciones de los meros textos didácticos con dibujos plenos de movimiento y con recursos de lenguaje que les permiten nadar en el mar literario. En la misma línea está Lola de Canela, con ilustraciones de Mónica Weiss (Sudamericana) La autora trabaja con textos poéticos, juegos de palabras, y rimas propias de la canción popular.

La colección Caricias (Signar) tiene libros en cartoné con la combinación de otros materiales, para reconocer texturas.

De la línea libro-objeto, el de la colección Fisher Price (Atlántida) ofrece con los cuentos de Little people, libros de gran formato, con solapas y ventanitas para levantar y espiar escenas u objetos escondidos. Otro recomendado del mismo tipo es Corre ratón corre de Fiona Conboy (Beascoa) Los favoritos: los cuentos de animales y especialmente los de dinosaurios, de los cuales los niños se convierten en expertos. Los libros de princesas, predilectos por las nenas. Los cuentos de brujas, que fascinan a ambos sexos por igual. Ej: Las brujas Paca y Poca , La bruja Winnie, Todo sobre las hadas y las brujas.


Promueve Educared. Imaginaria: revista quincenal sobre literatura infantil y juvenil. [on line] http://www.imaginaria.com.ar [acceso 29/11/09]

El 70% de los chicos usan la biblioteca de la escuela



Lo afirma un relevamiento de Educación, sobre alumnos de 9 y 10 años, tanto de establecimientos estatales como privados.
En tiempos de masificación de Internet, la cifra puede resultar toda una sorpresa: el 70 por ciento de los chicos de entre 9 y 10 años usan las bibliotecas de sus colegios para acceder a muchos de sus contenidos favoritos, como cuentos, historietas y poesías. Así lo afirma un estudio elaborado por el Ministerio de Educación y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).Los resultados del estudio sobre "Las Bibliotecas Escolares en la Argentina" fueron presentados el 17 de octubre de 2009 , en el marco de la celebración por el Día del bibliotecario. La investigación se centró en provincias con características distintas y distantes en kilómetros: Buenos Aires, Chubut y Formosa. Participaron 600 establecimientos estatales y privados, de ámbito rural y urbano. Entre otros resultados, el estudio arrojó que los juegos didácticos son uno de los preferidos por los alumnos de los primeros años de la primaria (32,8%). Así, la biblioteca aparece como un espacio en el que los chicos pueden jugar y pasar momentos de diversión. En tanto, tres cuartas partes de las bibliotecas escolares reciben la visita de hasta 60 alumnos diarios, y que más del 70% de alumnos primarios y secundarios asisten con un amigo. En tanto, el sector de pertenencia no establece diferencias importantes entre los establecimientos: el 71,2% de los de gestión estatal desarrolla un plan o proyecto de lectura, mientras que la cifra llega a 65,1% en los de gestión privada.
"Sabemos que las bibliotecas escolares facilitan el acceso a la información, proporcionan competencias para el aprendizaje de los alumnos, y contribuyen a desarrollar su imaginación", señaló el ministro de Educación, Alberto Sileoni.

Primeras Noticias. Informacion didactica. [on line]
<http://www.educared.net/primerasnoticias/hemero/2009/septiembre/edu/biblioteca/print.pdf> [acceso 29/09/09]

El trabajo en conjunto de maestros y bibliotecarios



Para que los maestros y profesores sientan la biblioteca como una necesidad y no como un atributo de la escuela que puede estar o no, se tienen que generar las condiciones pedagógicas para que su uso sea percibido como una ventaja. La reducción de las situaciones didácticas del aula a la transmisión unidireccional de saberes guiada en forma casi exclusiva por el libro de texto impide generar vasos comunicantes con la biblioteca. Si la transmisión del conocimiento es pensada en diálogo con múltiples fuentes de información en situaciones de lectura que varían según las diversidades de temas y los textos puestos en juego, la biblioteca se puede volver necesaria para el maestro. El bibliotecario, como conocedor del material disponible, es entonces el interlocutor más apropiado para orientar al docente, colaborar con el diseño de las clases o pensar juntos iniciativas didácticas y culturales que propongan nuevas maneras de poner en juego los conocimientos escolares.Los bibliotecarios suelen hacer un trabajo constante de persuasión e invitación a los maestros para que reconozcan la potencialidad de la biblioteca y de la alianza con su responsable para enriquecer su tarea pedagógica. Otras veces sucede lo contrario ya que hay escuelas en las que ese trabajo constante de persuasión parte de los maestros hacia bibliotecarios cuya visión sobre la tarea se inclina más hacia otros modelos, los técnicos por ejemplo, o que no toman partido por una biblioteca vinculada fuertemente con la escuela en su conjunto.Cuando es el bibliotecario quien tiene la iniciativa de generar lazos, esta tarea formativa entre colegas de una misma institución se hace mucho más sencilla si la dirección incide pedagógicamente de modo que los docentes se vayan apropiando de la necesidad de uso de la biblioteca en el armado de sus planificaciones y clases. Si esto no ocurre estas iniciativas pueden quedar libradas a la buena voluntad de maestros y bibliotecarios.Que la biblioteca escolar se convierta en un lugar necesario y familiar para las prácticas pedagógicas y culturales de una escuela puede dejar de ser una expresión de deseos y pasar a formar parte sustanciosa de la vida escolar si todos se involucran y sienten que es un asunto del conjunto de la escuela.


Cecilia Bajour. La biblioteca escolar: un tema que involucra a todos en la escuela. [on line]
<http://www.cerlalc.org/redplanes/Documentos/Biblioteca/Bajour_Cecilia.pdf> [acceso 29/09/09]

martes, 15 de septiembre de 2009

De la Historia emerge el sujeto





Evocación, memoria y relato que se explicitan en el contar y leer historias nos ayudan a reconocernos, a aprehender el mundo, también a aquietar el dolor y aclarar el pensamiento.
En otro de sus libros Ricoeur se pregunta, nos pregunta: "¿no somos propensos a ver en tal encadenamiento de episodios de nuestra vida historias "no narradas (todavía)", historias que piden ser contadas"? (...) "Contamos historias porque al fin y al cabo, las vidas humanas necesitan y merecen contarse. Esta observación adquiere toda su fuerza cuando evocamos la necesidad de salvar la historia de los vencidos y de los perdedores. Toda la historia del sufrimiento clama venganza y pide narración." Con la emergencia de la historia, a través de la escritura o de la lectura, emerge el sujeto.
Es allí, en ese punto, donde se encuentran el lector y el bibliotecario. Donde además el bibliotecario descubre los circuitos que habrá de recorrer con otros, donde finalmente los fragmentos se unen.


Buenos Aires: Gobierno de la Cuidad: Libro de arena. De la historia emerge el sujeto. [on line]
<http://www.buenosaires.gov.ar/blog/librodearena/2008/12/05/literatura-y-biblioteca-hacia-el-lugar-donde-los-fragmentos-se-unen/> [acceso 03/11/2009]

La lectura de literatura como un viaje hacia sí mismo




La lectura es un proceso por el cual se relacionan una obra con un autor. La recepción del texto es una experiencia estética y por lo tanto social, porque se da en la cultura y según pautas, modelos de identificación y reglas sociales de funcionamiento, pero también es una experiencia íntima y personal, donde cada lector dialoga con el texto de manera única, donde el texto literario es como una red de conexiones, es escritura y es lectura. Es una superficie donde se tejen los lazos de sentido de dos subjetividades. Donde además del efecto buscado por el autor, el lector, con su actividad de lectura provoca el diálogo a partir del horizonte de sus experiencias, intereses, deseos, necesidades, conectados con su historia.
Cuando descubrimos en las lecturas una cosa de acuerdo con el propio gusto nos estamos descubriendo. Como dice Bourdieu, "tiene que ver con esa armonización que llega a producirse entre la expectativa y la realización. Cuando encontramos una lectura, un recorrido de lecturas, que nos interesa, nos apasiona, quizá tiene que ver con que descubrimos lo que queríamos decir y no sabíamos cómo..."
A través del relato se pone de manifiesto un aspecto del conocimiento de sí mismo. Esa mediación narrativa es la que llevaría al lector a una interpretación de sí.
La recepción del relato que hace el lector da lugar a que se despliegue una variedad de modos de identificación. Así, mediante la identificación de un personaje, uno mismo, como lector, se somete a todo un ejercicio de variaciones imaginativas, que se convierten en las propias variaciones del sí mismo.
Cada texto "espera y reclama una lectura", no está cerrado, para Ricoeur esa posibilidad de imbricación que existe entre el texto y su lectura da como resultado una interpretación, que conlleva una apropiación. En tanto la interpretación de un texto "desemboca en la interpretación de sí de un sujeto que, a partir de ese momento, se comprende mejor, de otra manera o, sencillamente, comienza a comprenderse."

Un ejemplo paradigmático puede ser La Odisea, donde Ulises como prototipo del hombre "viajaba hacia el centro, hacia Itaca, es decir, hacia sí mismo (...) Todos somos parecidos a él cuando nos buscamos, cuando deseamos llegar a la patria o al hogar, cuando tratamos de reencontrarnos con nosotros mismos."

Buenos Aires: Gobierno de la Cuidad: Libro de arena. La lectura como un viaje hacia sí mismo. [en línea]
<http://www.buenosaires.gov.ar/blog/librodearena/2008/12/05/literatura-y-biblioteca-hacia-el-lugar-donde-los-fragmentos-se-unen/> [acceso: 03/11/2009]

Lectura, literatura y biblioteca o dónde jugar el juego y empezar el viaje






La biblioteca es un lugar físico que guarda libros y atesora documentos. Es una institución social. Desde los usuarios surgen preguntas: ¿cómo vencer el temor a entrar a la biblioteca?, ¿cómo me pongo en contacto con un libro?, ¿dónde están los libros?, ¿cómo los pido?, ¿me permitirán buscar y darme cuenta de lo que necesito encontrar?, ¿cómo busco?
Como institución mediadora, la biblioteca impone, difunde, legitima, censura o desconoce el material que ofrecerá a los llamados usuarios, a través de las actividades que les proponga o de la oferta llana de sus instalaciones.
En este terreno de convivencia entre los adultos y los niños también se establecen tensiones: entre el gusto espontáneo sobre ciertas lecturas y las imposiciones, entre los deseos ignorados y los descubrimientos, entre los silencios reprobatorios y las miradas estimulantes, entre las preguntas de los chicos y los saberes del bibliotecario para orientarlos, entre las censuras y las recomendaciones acertadas en el momento oportuno. Todas, cuestiones obvias, y hasta elementales, pero no siempre tenidas en cuenta cuando la curiosidad prodigiosa de un chico no es suficiente para poder acceder a la lectura.
Necesitamos la figura del bibliotecario para crear los lazos.


Buenos Aires: Gobierno de la Cuidad: Libro de arena. Lectura, literatura y biblioteca o donde jugar el juego y empezar el viaje. [en línea]
<http://www.buenosaires.gov.ar/blog/librodearena/2008/12/05/literatura-y-biblioteca-hacia-el-lugar-donde-los-fragmentos-se-unen/ >
[acceso: 03/11/2009]

Las Bibliotecas Infantiles





Acercarse a la idea de niño y de literatura según las épocas permitirá comprender aspectos de las distintas modalidades de producción, circulación y apropiación de los textos: quiénes escribían, quiénes leían y a quiénes; qué era leído o narrado; cuándo se comienza a pensar en un libro para niños, qué se les censura y de qué lecturas se apropian.
Es imposible separar los libros y la literatura de las bibliotecas destinadas a los niños.
Los libros para niños comienzan a pensarse a partir del siglo XVIII en Europa con la escolarización: libro pedagógico, didáctico, moralizante, religioso. Antes de esa época no existía un concepto de infancia tal como lo entendemos hoy y, por lo tanto, no se pensaba en libros para niños especialmente. Los niños se apropiaban de la literatura, oral o escrita, que circulaba entre los adultos, dependiendo de los ámbitos o la clase social a la que pertenecían.
Recién en el siglo XIX se afianza el concepto de "libros para niños" y literatura infantil, y se piensa en un espacio de la biblioteca que los incluya. En la Argentina también se observan situaciones parecidas y, someramente, podemos establecer a grandes rasgos diferencias entre autores renovadores dentro del género, que ponen el acento en lo literario y otros autores que siguen una línea más conservadora, ligada a lo didáctico moralizante. En ambos casos, la escritura responde a las representaciones de infancia y de literatura para niños que estos adultos han construido, y lo que consideran que debe ser leído y transmitido o no entre los niños.
Llegamos así a lograr un territorio específico, con escritores, libros y bibliotecas. En la Argentina, en la segunda mitad del siglo XIX, luego de su experiencia en otros países (recordemos que en el siglo XIX la biblioteca infantil era una institución ya arraigada en los Estados Unidos, que se traslada a Europa) Domingo F. Sarmiento llevó adelante la creación tanto de escuelas y bibliotecas públicas (que él denominó populares), como de bibliotecas, para maestros y para niños, en las escuelas. Consideraba de vital importancia que los niños, una vez alfabetizados, se apropiaran del gusto por la lectura.
Este fue el objetivo de la Ley de Protección de Bibliotecas Populares (Públicas) de 1870. De alguna manera, podemos decir que fue uno de los primeros en pensar a los niños como lectores y en libros destinados especialmente para ellos, e instalar el germen de la biblioteca infantil. Habrá que transitar casi un siglo para empezar a pensar, al menos en la Argentina, en una biblioteca para niños que no forme parte de la escuela.


Bueno Aires: Gobierno de la Cuidad: Libro de arena. Las bibliotecas infantiles. [en línea]
<http://www.buenosaires.gov.ar/blog/librodearena/2008/12/05/literatura-y-biblioteca-hacia-el-lugar-donde-los-fragmentos-se-unen/> [acceso: 03/11/2009]

Literatura, libros y bibliotecas para niños: como un campo especifico



Tenemos que partir de la idea de que la existencia de lectores es un hecho social, que se caracteriza por relaciones específicas entre los lectores, las obras literarias y un campo cultural donde se imponen las maneras de apropiación de la literatura y su lectura.
Resulta difícil hablar de bibliotecas por separado sin la relación que siempre se establece con la literatura y los libros para niños.
Bourdieu define el campo como un espacio de juegos históricamente constituidos, como sistemas de posiciones, con leyes que le son propias. Pensar en campos para este autor es pensar relacionalmente. Es una cuestión compleja, que involucra a una diversidad de sujetos y de instituciones que entran en juego. La literatura infantil no se reduce a un niño y a una abuela que le cuenta un cuento cada noche, aunque también eso tiene cabida en este campo, y las bibliotecas para niños no son sólo un sector y una clasificación que contempla la inclusión de libros que les están asignados, es mucho más que eso.
Pensemos en el papel del bibliotecario como mediador, en los funcionarios que dirigen la institución, en los docentes que establecerán, o no, el nexo entre la escuela y la biblioteca, en los fondos destinados para la creación y mantenimiento de las bibliotecas; en la idea de infancia y de niño, especialmente, que estos adultos poseen y desde la que toman las decisiones de recomendar los libros. Pensemos, también, en el mercado editorial que presiona para difundir sus publicaciones, y en el olvido de los bibliotecarios de que pueden y deben incidir en las decisiones de los libros que se compran y se recomiendan. Imaginemos todo lo planteado conviviendo en una tensión permanente.
Así podemos observar que hablar de libros y bibliotecas para niños no es tan ingenuo, existen en este campo intereses que se ponen en juego, y reglas que hay que saber para poder jugar. A partir de ahí, podríamos, creo, empezar a pensar todo lo demás.


Buenos Aires, Gobierno de la Cuidad: Libro de arena: Literatura, libros y bibliotecas para niños: como un campo especifico. [en línea] 12/05/2008
<http://www.buenosaires.gov.ar/blog/librodearena/2008/12/05/literatura-y-biblioteca-hacia-el-lugar-donde-los-fragmentos-se-unen/> [acceso: 03/11/2009]

El bibliotecario es viajero y guia






Cómo referirme al perfil del bibliotecario. Pienso en un atento observador de toda la información que circula por el mundo, observador y cazador. Pienso en un bibliotecario o en una bibliotecaria lectores, que han descubierto los recorridos de la lectura que les revela el verdadero sentido de esta profesión.
Aquellos bibliotecarios que tienen un interés por la lectura y que han reflexionado sobre el tema y esto los lleva a tener un compromiso personal, a realizar una acción individual, muchas veces, pero vinculado a un interés colectivo.
Una bibliotecaria o bibliotecario que comprende que leer es conocer, es descubrirse a sí mismo, y aunque no lo explicite -no es necesario que lo haga- en algún lugar lo sabe y lo hace surgir para los otros; una cualidad, un conocimiento que se pone en juego cada vez que elige un libro para sí, cuando elige y selecciona para otros. Ellos saben, a veces sin formularlo en palabras, lo que cada libro podría ayudar a revelar en los lectores, asiduos o potenciales.


Elisa Boland. El bibliotecario es viajero y un guia. [on line] http://www.imaginaria.com.ar/06/1/boland.htm [acceso 26/11/09]

Literatura y biblioteca: hacia el lugar donde los fragmentos se unen



Los lectores son viajeros:

A mi modo de ver, las lecturas más interesantes son las que surgen a partir de una suma de lecturas. A tal punto esa suma, con leyes propias, nos compromete, que creemos recordar dónde se inició el recorrido, pero nos cuesta descifrar por qué llegamos a donde llegamos y cómo seguiremos.
"Los lectores son viajeros -dice de Certeau-: circulan sobre las tierras del prójimo, nómadas que cazan furtivamente a través de los campos que no han escrito..."y como ya decía Borges una lectura difiere de otra más por la forma en que se lee que por el texto.
Con fruición, con aparente lógica o insensatamente andamos por los anaqueles. A tientas o a sabiendas nuestros ojos viajeros se posan sobre los cantos de los libros, a veces como palomas, a veces como aves de rapiña, y siempre buscando indagar aquello que no sabemos todavía. Olfato, sagacidad, astucia, espíritu curioso; cómo nombrar a esta ¿actitud?, ¿habilidad?, que no siempre depende exclusivamente de nosotros y nos conduce al asombro en cada descubrimiento o hallazgo vislumbrado.
Quien ronda un libro, creo, ronda un tema; se está anticipando a lo que quiere leer, a lo que quiere hacer emerger del texto y de sí mismo.
De alguna manera intento explicarme esta especie de circulación individual por las lecturas o de las lecturas por mí, esta especie de propio consumo de los textos. De ahí en más, me esfuerzo por hacer que estos descubrimientos personales, y para mí valiosos, sean también un camino para otros dispuestos a hacer viajes por la lectura.
Decía que quien ronda un libro, ronda un tema, y por eso me aventuré en algunos temas que me interesaban en sí mismos, o porque me permitían acceder a otras cuestiones desconocidas. Un tema inicial puede estallar en insospechados caminos y, a su vez, llevarnos a nuevos comienzos.
Quisiera dar muestra de mi circulación personal por los libros y de una deliberada circulación compartida con niños y adultos. Como docente o bibliotecaria, "leo para mí, con otros, para otros". Encuentro vínculos, entre los textos y yo, primero o a la vez que descubro posibles relaciones de los otros con ese texto.
Busco vincular los lectores con esas lecturas y en definitiva, que hagan descubrimientos en la literatura y en la vida. Indago en mi propia vida.
Pensar "en el lugar de la biblioteca y los bibliotecarios en la circulación y consumo del texto literario" me lleva a indagar acerca del valor de la lectura de literatura en la vida de los lectores. Y de cómo sería primordial el trabajo de los bibliotecarios en la biblioteca, como terreno propicio para la circulación de la literatura.
En mi indagación confluyen, invariablemente, la docente (de futuros bibliotecarios), la bibliotecaria y la lectora. Mi experiencia y mi reflexión sobre la práctica, que me ha permitido tener una mirada sobre las escenas de los niños, especialmente, también de los adultos, en relación con los libros y la lectura de literatura.
Una mirada donde la docencia y la bibliotecología se unen como en un cruce de saberes y experiencias, sin las cuales no hubiese podido andar los caminos que recorrí por la literatura y las bibliotecas.
Me referiré a la figura de los bibliotecarios, y a la biblioteca como un lugar para que se produzcan los lazos con la lectura.

Elisa Boland. Literatura y biblioteca: hacia el lugar donde los fragmentos se unen: Los lectores son viajeros. [on line] <http://www.imaginaria.com.ar/06/1/boland.htm > [acceso 17/11/09]

Las bibliotecas como bien público: El factor humano


Las bibliotecas públicas, en cuanto instituciones flexibles y adaptadas a las necesidades de su comunidad, se convierten en parte activa para la construcción de una sociedad cívica.
El hecho de que sean lugares abiertos a todo el mundo y de que se pueda entrar en ellos sin necesidad de pedir permiso, les convierte en lugares privilegiados para la socialización.
Para muchísimos niños, tener un carnet de la biblioteca es la primera vía de ser reconocidos como ciudadanos individualizados. La Biblioteca Pública representa un espacio intermedio entre la escuela y la casa, en el que tienen libre entrada y pueden tener la posibilidad de relacionarse socialmente.
Los niños también pueden encontrar en las bibliotecas seguridad, autoestima y atención. Todo esto está relacionado con lo que las bibliotecas contienen pero, muy especialmente, con el hecho de que existan bibliotecarias y bibliotecarios para quienes los niños y niñas son visitantes importantísimos, usuarios a los que se trata con educación, atención y respeto.
En las bibliotecas los niños pueden escuchar historias, a veces contadas por personas mayores que no necesitan equipamientos especiales, ni recursos extra de energía eléctrica ni softwares sofisticados. Y sin embargo estas personas mayores (abuelos y abuelas), tienen mucho que ofrecer en tradición oral, en capacidad de comunicación y en afectividad. Y los niños son estupendos receptores de todos esos bienes, tan valiosos, pero de difícil cuantificación.
Las bibliotecas pueden ser instrumentos de dinamización en sus comunidades.
Todos los documentos que podemos encontrar, hojear, leer, ver y escuchar en una biblioteca, están ahí (deben estar ahí) independientemente de lo apropiados que nos parezcan. En el espíritu que conforma la Biblioteca Pública, la libertad de pensamiento está celosamente protegida. Las ideas con las que no estamos de acuerdo, la expresión de las minorías, lo desdeñado, lo diferente, es lo que debemos proteger a toda costa.
En la biblioteca tiene cabida lo no comercial, lo poco conocido, lo experimental.
Pero además, y esto es fundamental, las bibliotecas prestan, no venden. Y este espíritu que implica compartir (reciclar) es uno de los valores de las Bibliotecas Públicas, que va más allá de ofrecer servicios a quien no puede pagar por ellos.
Las bibliotecas pueden ser un campo de prueba para los consumidores culturales, para iniciarse en nuevos gustos, son una fuente libre y gratuita para la experimentación cultural que además respeta la individualidad. De esta manera cumplen un importante papel en la promoción de la independencia artística, la innovación y la diversidad cultural.
Volviendo al préstamo, esta actividad tan "antigua", tan ligada a valores antiguos instalados y aceptados, coloca a las Bibliotecas Públicas en un campo nuevo e innovador con valores tan actuales y tan necesarios como son compartir recursos y reciclar. "Hay cosas que no son de nadie y sirven para todos".

Javier Perez Iglesias. Las bibliotecas como bien publico: el factor humano. [on line] http://www.imaginaria.com.ar/00/1/lecturas.htm [acceso 26/11/09]

lunes, 7 de septiembre de 2009

Bibliotecas escolares, a capa y espada


Son el verdadero corazón de las escuelas. Ojalá todas estuvieran nutridas y bien equipadas. Para la mayoría de los chicos son la vía privilegiada de apropiarse de las posibles lecturas del mundo. Se impone por eso defender su existencia y calidad.
Sabemos que Borges se figuraba el paraíso bajo la especie de una biblioteca, pero ¿qué imagen construimos de las bibliotecas escolares los alumnos, los docentes, los padres, los escritores, los directores? Cómo observamos a ese organismo que algunos definen como el verdadero corazón de una escuela.
La biblioteca, que reúne varias lenguas y concentra muchos lenguajes, ¿no es una Babel bendita que nos permiten ver otros mundos a través de las lenguas? La construcción lingüística dibuja en cada escuela una cartografía que une lenguas.
Se trata del aprendizaje de una lengua, así que no son sólo palabras sino también matices, música, tonos, silencios.
Somos muchos los que, cada vez que entramos en una biblioteca, experimentamos una sensación física. Nada más poner un pie adentro para sentir en el cuerpo una perturbación leve. Aun en el silencio más absoluto se percibe una densidad en la atmósfera y llega a conmovernos.
El lenguaje que allí habita supo darle un valor a las palabras. Entrar en una biblioteca es como dar un paso a un vacío insondable, pero allí adentro somos sujetos que se desplazan para internarse siempre en la oscuridad remota y más propia.
Las palabras que allí habitan construyeron subjetividad y seguirán haciéndolo cada vez que alguien las pronuncie. Por eso cada uno de los discursos que habitan las bibliotecas intenta ordenar un cierto caos y espesan el pensamiento. Cómo no perturbarnos al entrar si en definitiva es nuestra interioridad lo que está en juego al contacto con el vigor de esas palabras.
Sobre la fusión de palabra y silencio amalgamados se instala la biblioteca en la escuela y desarrolla su vida en la que, como en un aleph exquisito, se superponen las presencias simultáneas de los escritores de todos los siglos.
Por eso, tal vez, una biblioteca puede ser una oscuridad insondable que al mismo tiempo nos ilumina.

Angela Pradelli. Bibliotecas escolares, a capa y espada. [on line] <http://www.clarin.com/diario/2009/11/23/opinion/o-02046606.htm> [acceso 28/11/09]